La editorial Cabaret Voltaire ha rescatado del olvido el pasado mes de noviembre Amor por un puñado de pelos, una curiosa novela corta del marroquí Mohamed Mrabet (Tánger, 1936) transcrita al inglés en 1967 por el escritor estadounidense Paul Bowles (Nueva York, 1910-Tánger, 1999), y ahora vertida del inglés al español por Ángela Pérez y José Manuel Álvarez Flórez. Es novela corta porque en ella se cumplen los requisitos que definen ese subgénero narrativo según José Carol, a saber: concentración argumental, carencia de episodios secundarios o divergentes, unidad de tiempo o de lugar o de acción y, finalmente, economía de medios expresivos.
Es muy importante tener en cuenta el proceso de creación de esta novela porque Mrabet es analfabeto, nunca aprendió a leer y escribir (afirma que si su cerebro está limpio,es porque nunca estudió), y todas las novelas que llevan su nombre son textos orales en árabe dialectal que había escuchado en los cafés, recogidos por Bowles con una grabadora, traducidos por el propio Mrabet al español y, finalmente, transcritos al inglés por el escritor norteamericano. Como ha sucedido siempre con la literatura de tradición oral, cada vez que Mrabet contase esta novela sería diferente de las demás por las limitaciones memorísticas y por la influencia de la persona o personas que escuchasen el relato, pues Mrabet podría modificar, añadir o eliminar determinados pasajes en función de la reacción de su público. Una de esas realizaciones orales del relato es la que grabó Bowles y llega a nosotros por escrito. Por lo tanto, hay muchos filtros entre el momento en que Mrabet contó la novela y el que nosotros dedicamos a la lectura de la transcripción. La escritura fija el texto y asegura su perduración a trueque de perder la frescura del juego de gestos y modulaciones de voz. La gran pregunta es cuánto hay de la inventiva y del oficio de Paul Bowles en la transcripción final del texto.
En la novela se narra la historia de un amor nacido del engaño de un hechizo y condenado a fracasar. Asistimos a la obsesión de un enamorado y comprobamos que, al igual que en la tradición occidental, el amor en la tradición árabe del Magreb despoja a los enamorados del gobierno de sí mismos. En el texto, se refleja el choque entre el modo de vida de Occidente en la cosmopolita Tánger y el de los musulmanes. En este sentido, juega un papel fundamental el alcohol, cuya presencia es omnipresente. Hay una insistencia en evitar la realidad huyendo de ella a través de la bebida. Al final, el personaje protagonista, muy posiblemente trasunto del autor, logra librarse del sometimiento del amor y “salvar” su juventud. El dilema es, pues, la libertad o el amor.
Curiosa novela que forma parte de la historia de la literatura marroquí, pero que difícilmente dejará huella en la biografía de los lectores. Su interés, como queda dicho, está más en cuestiones filológicas (autoría, creación, traducción, transcripción y fijación del texto) y atraerá más a estudiosos que al lector común, aunque esto es algo que debe descubrir cada uno.
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